martes, 30 de junio de 2009

Ya estoy de vuelta...


Ya volví de las vacaciones, el viernes 26 a las 17.30 aquí estaba para recoger el móvil de urgencias a las 20.30. Lo pasamos muy bien, aunque casi morimos de los calores. El primer día de viaje hacia el sur comimos en Salamanca y estuvimos por la tarde en Plasencia, para ir a dormir a Mérida (33ºC a las 12 de la noche) a un Hostal que os recomiendo, se llama La Casa del Alfarero, está en pleno centro de Mérida, y es tres b (bueno, bonito barato).
El día siguiente lo pasamos visitando Mérida que se lo recomiendo a todo el mundo que no haya estado, pero quizá en otra época del año más fresca... ¡puf! qué solana. Era tal el calor, que al mediodía tratamos de "refugiarnos" en un Balneario que nos habían recomendado en un pueblo cercano a Mérida, se llama Alange y ahí a no ser que os creais ricos en la Belle Epoque no vayais ni locos, menudos precios y encima bordes y desagradables...
Casi nos dejan encerrados en el aljibe de la alcazaba en Mérida, ja, ja, ja, pero nos libramos por los pelos y logramos ir a dormir a Trujillo (Hostal San Miguel, este también os lo recomiendo como 3b, además tiene un pequeño jacuzzi en el patio para ponerse a remojo, ji, ji).
El martes Monfragüe, Guadalupe y Trujillo, todo muy bonito y muy recomendable, seguramente mejor en primavera, por aquello de "la calor".
Y el miércoles a ver Cáceres (Patrimonio de la Humanidad). El alojamiento bastante malo, no podíamos acertar con todo, pero como solo estuvimos una noche pues bueno. Y es que esa manía de poner "plastiquito" en las camas por si les meas el colchón... grrrr. La ciudad como siempre, merece la pena verla.
Y para terminar un poco de fresco y relax en el Valle de La Vera y una visitilla al monasterio de Yuste, Cuacos de Yuste y Garganta La Olla (arquitectura popular en plena recogida de las cerezas), unas chapuzadas en "un charco con hidromasaje de catarata" (joer, casi me ahogo, ja, ja, ja) Y el viernes vuelta a casa atravesando el valle del Jerte y las tierras de Ambroz. Comida en Tordesillas y se acabó lo que se daba.
Ahora vuelta a la rutina, buuaaaaa!!
Yo Mérida, Trujillo y Cáceres ya lo conocía, pero aún así, cada vez que me doy una vuelta por cualquier sitio de la geografía de la piel de toro, no puedo evitar pensar ¡menudo país tenemos!

1 comentario:

eue dijo...

Falta me hubiera hecho a mí la recomendación de un sitio tres b en Mérida la única vez que pernocté en ese pueblo de, para mí, pésimo recuerdo, si entendemos por pueblo no tanto al continente como al contenido, que para nosotros fue de gentes bordes y desagradables donde las haya, mal encaradas en los negocios que se supone viven del cliente, que entrabas en un bar, un restaurante, un café, una tienda o un hotel de mala muerte pero caro como si fuera el Hostal de los Reyes Católocos -o el San Marcos-y parecía que les debías algo o que habías escupido al cadáver de su padre!
Con deciros que pensábamos pasar varios días y nos fuimos a carajo picado en cuanto vimos las ruinas y los museos, a carreras para no pasar más de 20 horas en donde no nos sentimos en ningún momento bienvenidos!
Vamos, que yo nunca recomendaría ir a Mérida más que a ver piedras y mosaicos, pero se ve que tuve mala suerte... o tú muy buena, quién sabe!